Antes de empezar, seguro ya conoces (al menos en gran parte) lo que se refiere por mastitis en las vacas, pues en esta ocasión traemos para ti este «post», relacionado acerca de esta enfermedad, algunas características y un equipo recomendado por nosotros para el análisis de leche, con la finalidad de detectar esta enfermedad en tus bovinos.
Esperamos que sea de tu agrado y no olvides de compartir si fue de tu agrado.
Es una enfermedad infecto-contagiosa de la glándula mamaria (ubre) , en la cual la inflamación se produce como respuesta a la invasión, a través del canal del pezón de la vaca.
La enfermedad puede cursar como subclínica o como clínica, esto con alteraciones macroscópicas de la leche y síntomas palpables de la ubre y, a veces, de tipo sistémico en todo el animal. Esta enfermedad se le ha clasificado como una «enfermedad polifactorial», ya que el riesgo de infección depende de la habilidad de la vaca para rechazarla, del tipo, número y patogenicidad de las bacterias presentes en unestablo.
Fundamentalmente, de las condiciones de medio ambiente y del manejo en general y de ordeño en particular que se estén desarrollando en un establecimiento.
Las bacterias que pueden producir mastitis sobreviven en diferentes nichos ecológicos, difiriendo por lo tanto en su mecanismo de transmisión e infección y en la facilidad con la cual pueden ser controladas.
Estas infecciones se controlan bien por la aplicación sistemática y contínua del llamado «plan de los 5 puntos». Los llamados «patógenos ambientales» (en especial coliformes, Streptococcus uberis y Pseudomona aeruginosa), están ampliamente diseminados en los lugares donde viven los animales, en especial si están húmedos y/o con un alto contenido de materia orgánica (materia fecal, restos de alimentos como silajes o granos húmedos, etc.).
Las infecciones ocurren por lo general en los ordeños y especialmente en el período de vaca en transición (tres semanas pre/parto a 4 semanas post-parto), siendo más difíciles de controlar, ya que son menos eficientes la antibioterapia de los casos clínicos, la antibioterapia al secado y la desinfección de pezones de post-ordeño, siendo más importantes las medidas higiénicas pre-e intra ordeño, así como la desinfección de pezones pre-ordeño. De los denominados «patógenos menores», Conynebacterium bovis es el único que suele estar asociado con glándulas mamaria infectadas y se difunde fácilmente entre vacas y cuartos.
Para el tipo de bacteria (Staphylococcus ssp) coagulasa es todavía menos claro, pues algunos investigadores consideran a este tipo de bacterias como «comensales de la piel y el canal del pezón», con escasa capacidad de infectar los tejidos glandulares altos.
Es frecuente encontrar canales del pezón colonizados por ese tipo de bacteria en vacas que aún no han tenido su primer parto, para esta situación se considera que el ordeño no es el momento principal donde ocurren estas infecciones. También se han aislado en diferentes países micoplasmas, para casos de mastitis cínicas agudas así como de subclínicas crónicas. habiéndose detectado también portadores asintomáticos en establos.
Lo difícil de su diagnóstico (que requiere de medios de cultivo especiales para su aislamiento) y la ineficacia de antibióticos en su tratamiento, todo esto hace que se le considere como un enemigo temible si se detecta su presencia en un establo, ya que sólo muy rigurosas medidas higiénicas y la eliminación de las vacas positivas, es un medida con mejores resultados conocidos para controlarlo.
Una cantidad de estudios epidemiológicos revelan que las ubres de las vacas secas y que están en lactancia, permanecen expuestas a millones de bacterias Gram y que transportan miles de patógenos potenciales en su piel y superficies mucosas.
Una característica de la mastitis como una enfermedad infecto-contagiosa, es su gran dinámica. En un establo lechero determinado, los cuartos mamarios pueden ser clasificados como infectados o no infectados. Una pequeña parte de los cuartos infectados presentarán síntomas de mastítis clínica, una proporción mayor sufrirá de mastitis subclínica y una pequeña parte (variable), solo tendrá una colonización temporaria del canal del pezón.
La frecuencia de mastitis clínica depende de varios factores:
La mayoría de las infecciones naturales por el tipo de bacteria (Staphylococcus aureus) generalmente persisten por períodos largos de tiempo antes de llegar a producir casos clínicos en comparación de lo que ocurre con la bacteria Eschechicia coli, que normalmente produce mastitis clínica en cuestión de horas, no infectando crónicamente a la glándula mamaria.
La infección por Staphylococcus aureus es típicamente crónica, siendo la bacteria capaz de sobrevivir en los neutrófilos y macrófagos.
El bajo pH en las vacuolas citoplasmáticas de la célula alveolar, interfiere con la efectividad de varios antibióticos, incluso aunque el mismo consiga llegar a la célula infectada.
Una característica adicional es que se puede «detectar» al observar el bajo rendimiento en la leche, si el rendimiento ha disminuido considerablemente, es probable que la vaca pueda ser portadora de dicha enfermedad.
Para ello nos tomamos la libertad de recomendarte un equipo capaz de detectar este problema. A continuación te decimos cual es.
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